La Gran Falacia
Ensayo Realizado por nosotros acerca de un documental (Ver enlace)
En el documental “La Gran Falacia” se desarrollan varias controversias y contrariedades de origen político, económico y social que dan génesis a muchas (sino todas) de las situaciones ocurridas en la Isla nuestra de Puerto Rico. El mismo se basa en circunstancias reales que afectan hoy día al país como el mal uso del poder, la injusticia y la falta de conciencia. También, utiliza como base el contexto histórico en el que se encontraba Puerto Rico desde las primeras décadas de nuestra formación de gobierno hasta hoy día. Entre los temas impactantes se presenta: la corrupción, el desempleo, los medios de comunicación, el “mantengo”, las ayudas económicas, la privatización de grandes corporaciones y las huelgas rampantes. Uno de los temas más significativos que ha impactado a la Isla han sido las campañas ilícitas realizadas por los gobernantes, o más bien los partidos corruptos, causados por el bipartidismo presente en la Isla. La corrupción de Puerto Rico cada vez es mayor y difícilmente los políticos podrán salir de esto.
Primeramente, el de mayor énfasis que se desplegó fue el de los gobernantes corruptos y sus gobiernos. Se presentaron las pasadas administraciones y como cada una de ellas hicieron estragos en la Isla. Las personas que ocupan cargos políticos llegan al poder debido a estrategias ilícitas. En “La Gran Falacia” se presenta como una persona adinerada auspicia a un aspirante a la gobernación proveyéndole fondos para su campaña, pero ésta ayuda no es donada sino que tiene rembolso. Una vez el aspirante es electo debe devolver el dinero invertido sacándolo de los fondos públicos y otorgándole contratos. Dentro de las administraciones corruptas se destaca la administración de Luis Guillermo Fortuño Burset, cuya gobernación es recordada por la famosa “Ley 7”. Esta fue implantada con la excusa de mantener una economía sustentable. Establecía la reducción de créditos y cesantías de miles de empleados. En el documental, presenciamos los testimonios de varias personas que se quedaron sin empleo debido a esta ley. Esta ley es recordada por nosotros como un tiempo de crisis porque fue descabellada. Las reseñas periodísticas acapararon el sentir del pueblo, que era uno de indignación, tristeza, enojo y críticas contra el gobierno. Sin lugar a dudas, los medios de comunicación siempre están presentes en los procesos que involucran al gobierno.
Todo lo anterior junto con el poder de los medios de comunicación retrata a un sistema que bajo la fantasía democrática esconde un régimen de control. La influencia negativa y manipulativa que crean estos medios en la sociedad afectan nuestros valores personales. Mientras por una parte anhelamos la paz, un país próspero y libre, por otro lado, optamos por ser cómplices de la asfixiante información. Mediante la morbosidad, los diferentes medios comunicativos programan y/o controlan no solo a un individuo, si no a un pueblo. Ciertamente, el rol de muchos de estos es informar y entretener olvidándose en su totalidad de la misión fundamental que es orientar y educar. Es por ello, que el documental persuade al público a no perder nuestro tiempo frente a un televisor y a poner freno a todo el daño que causa. Interesados por lo que ocurre en el país, las personas pierden tiempo frente al televisor, en vez de salir de sus casas a buscar empleo y aportar su grano de arena para mejorar el país. Sin embargo, la mayor parte de la culpa la tiene el gobierno por fomentar la mentalidad del “mantengo”.
Su punto crítico fue cuando se implanto la Ley 7, en la cual un sin número de personas quedaron desempleadas y se vieron obligados a recurrir a las ayudas que ofrece el gobierno. Desde ahí un grupo de personas se refugiaron en el “mantengo del gobierno”. Una persona al estar sin empleo pierde el interés por el trabajo y entra en una zona de conformismo y más cuando es otra entidad quien está asumiendo todos tus gastos económicos. Al verse en esta situación lo lleva a tener problemas sociales y de salud, como por ejemplo la obesidad. Además, esta ley provocó que muchas personas se acogieron al plan 8 y la tarjeta de la familia. Tantas personas dependientes del gobierno provocan que se cree un pueblo “vago” y no habrá ningún progreso. Puerto Rico necesita más personas dispuestas a trabajar y no a depender de las ayudas económicas. Cabe recalcar que existen individuos que verdaderamente necesitan estas ayudas, pero lamentablemente no son la mayoría. La necesidad del puertorriqueño en continuar recibiendo beneficios o que no les violen sus derechos, abre paso a las manifestaciones públicas, es decir, las huelgas.
El verdadero costo de vida en una Isla donde los arduos y auténticos trabajadores son desamparados y drenados de la poca esperanza para el crecimiento propio en la sociedad abarca entre ellos el fallido intento de obtener el poder del pueblo para atrás. Comprende entre ellas las huelgas estudiantiles, las revueltas de empleados públicos del gobierno, desempleados, entre muchos más. En muchos casos estas revueltas, aunque de intención son generalmente pacíficas, se observa la fuerza de choque y la violencia que se encarga el poder el cual su trabajo intrínseco es proteger al mismo pueblo, la fuerza policiaca. El documental personifica la inversión de todo el llanto y el grito de Puerto Rico en respuesta del crudo terror causado por este sistema. Estas huelgas son para reclamar la corrupción que existe en las grandes corporaciones del gobierno el cual su énfasis es mayormente favorecer a la privatización y las figuras adineradas quienes resultan obteniendo todo el poder de nuestra Isla.
Se revela el indudable mal uso del poder y sistemas jurídicos en el Gobierno, que a la larga terminan beneficiando corporaciones grandes y privadas en vez del pueblo en este “sistema democrático”. Compañías controladas por los Estados Unidos de N.A. como Walmart y Monsanto son quienes monopolizan y no permiten el desarrollo económico de la Isla el cual afecta rotundamente el empleo del puertorriqueño y la economía local. Se invierte y se promueve el abaratamiento del trabajo y la comida chatarra quienes causan adoctrinar el pueblo y limitar el potencial del pensamiento libre de casa ser humano. Además, el filme ayuda presentar la diferencia significativa en la inversión de los Estados Unidos en Puerto Rico, que es una mala concepción pensar que somos netamente mantenidos por el Gobierno de allá.
Más de 28 billones de dólares sudados por el pueblo son finalmente entregados hacia la economía capitalista de los Estados Unidos, mientras que solamente 8 billones son entregados (por ley y derecho) para el pueblo, el cual incluye ayudas militares y Seguro Social. Sin embargo, a pesar de que existe un déficit de miles de millones de dólares se aporta más la idea de ser mantenida por las ayudas económicas del gobierno, ya que es virtualmente imposible luchar en contra del gobierno injusto y opresor. Nos apoyamos más al saber que nos entregan todo y que al final a cabo es nuestro dinero, siendo una carencia de una conciencia social. Esto es un efecto del desamparo económico local, el cual favorece más a la privatización, las grandes corporaciones y básicamente quedarnos atrás. Fomentando aún más el estancamiento que permea en la Isla.
La percepción del puertorriqueño sobre la mejora del país es radicalmente errónea. Creemos y optamos por votar en contra del mandatario vigente y su equipo como intento para mejorar el país. Con la mala percepción de que “el que venga será mejor que el anterior”, pero lamentablemente esto se convierte en un ciclo porque la corrupción siempre está presente. El documental nos da las herramientas para romper con este paradigma y motiva al pueblo darle frente a la rama política, sin utilizar la fuerza bruta ni la violencia, sino usando a su favor la unión como pueblo para así no caer en el mismo juego que estos han practicado durante más de un siglo. Los medios de comunicación, los impuestos, el monopolio político y nuestra dieta
están fríamente calculados para utilizarse en nuestra contra por lo que ya es hora de reclamarla y no permitir que pase más tiempo porque se nos hará eventualmente arduo.
En conclusión, filmes como La Gran Falacia hacen despertar la conciencia del puertorriqueño para así estos vean con mayor claridad la verdad detrás de la gran cortina de humo. Pensamos que para lograr un Puerto Rico próspero se debe dejar atrás las campañas y mentiras de los aspirantes a la gobernación y comenzar un plan de acción. Basta de desempleos, del “mantengo”, del abuso de los medios de comunicación y la explotación económica de los Estados Unidos a nuestro país. Trabajemos como pueblo para lograr un mejor mañana.
Tailer del documental “La Gran Falacia”
Extraído de Youtube 2015
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